ETNIA CHALCHITECO
Chalchiteco
(etnia)
Chalchiteco
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Población
total
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30.0001
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Idioma
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Chalchiteko,
Español (minorías).
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Religión
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Catolicismo, evangelismo; las anteriores mantienen
influencia de la religión prehispánica.
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Etnias
relacionadas
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Los Chalchitecos (o Chalchitekos)
son un grupo étnico de origen maya establecidos en el pueblo de Chalchitán, ahora
anexado como barrio del municipio de Aguacatán, Huehuetenango en Guatemala.
Época prehispánica
Según unos cuantos escritos, la
historia de Chalchitán se inicia unos 800 años antes de la llegada de los
españoles, complementando esta información, estudios de los vestigios
arqueológicos corroboran que fue la ciudad antigua de esta región. Su
desarrollo se suscitó en la etapa preclásica (1,500 a. C. a 300 d.C.)
con una prolongada interrupción a finales de la misma fase, hasta el
postclásico temprano (1000 a 1200 d.C.)
(Lovell, 1990:40).
George
Lowel en su libro Conquista y cambio cultural en la sierra
de Los Cuchumatanes 1500-1821 confirma su existencia arqueológica y hace
mención de Chalchitán como una población forjada en un valle sin defensa ni
fortificación durante el clásico (300 a 1000 d.C.).
Cuando los españoles arribaron al
lugar, Chalchitán, en el ahora Huehuetenango, ya era un lugar que existía
desde tiempo atrás. Su nombre autóctono fue Cuacul, por el grupo que salió
de Tullan, en México.
En el periodo clásico maya (300-930 d.C.),
Chalchitán fue identificado como "Casa Jaguar". Después de la conquista se
nombró Cuacutec, que es un toponimio náhuatl.
Adrián Recinos, historiador guatemalteco
afirma que el origen náhuatl de las tribus de Chalchitán está claramente
demostrado por monumentos, costumbres y se confirma por la semejanza de las
lenguas.
Sitios
arqueológicos
Diversas
evidencias arqueológicas manifiestan sus diferentes establecimientos humanos,
pues en los alrededores de la cabecera municipal de Aguacatán son observables
gran número de montículos cubiertos por vegetación, que rememoran el centro
original de ese asentamiento.
12
montículos que formaron parte de la ciudad de Xolchum se encuentran cubiertos
por árboles de copal, caña de carrizo y montarrales. Ese lugar es donde se
asentaron los hombres de Coacutec, provenientes de Tulán, México.
“Este es el
más antiguo, y se considera que fue construido entre 300 a 900 dC”.
- Andrés Puentes.
Víctimas de
una peste, los pobladores huyeron hacia el Triángulo Ixil y
habitaron cerca de una ladera. A pesar del suceso, regresaron años después al
mismo lugar y construyeron a muy pocos kilómetros de Xolchum, una nueva ciudad
a la que los mames llamaron Chalchitán,
que significa ladera, en referencia al lugar que habían habitado
anteriormente.[3]
De ese
suceso quedan como recuerdos diez montículos cubiertos por árboles de pino,
encino, palo negro y siembras de maíz y frijol.
Comenta
Puentes, con base en estudios de Lowell y Karmak:
“Esta
ciudad, que hoy se conoce como Pueblo Viejo, fue habitada antes de la
Conquista”. - Andrés Puentes.
Pueblo Viejo
es también conocido como Tnum, esa localidad se ubica en el poblado que
hoy se conoce como Chichoché y data del 1200 al 1524 fecha
de la invasión.[2] Estas
fuentes coinciden con la tradición oral de los ancianos de
pueblos aledaños. También existen versiones, las cuales afirman que durante el
tiempo de la conquista, Pueblo Viejo ya tenía muchos años de estar arruinado,
lo más certero es que esta urbe terminara de ser destruida por los
conquistadores luego de la toma de Zaculeu en 1525,[] pese
a que no existen huellas de la sumisión de los chalchitecos.
Otros
vestigios se encuentran en la aldea Pichiquil, a 15
kilómetros de Aguacatán. En ese lugar hay dos centros y siete montículos. En la
aldea La Estancia, a 9 kilómetros de Aguacatán, también había montículos;
sin embargo, según Puentes, el último fue destruido en 1995 por unos
extranjeros para excavar.
Conforme a
Recinos, el cronista Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán, reconoce
al lugar de Pueblo Viejo y Chalchitán como "punto del reino de Guatemala
donde al tiempo de la conquista se veían portentosos restos de edificios y
fortalezas".
Conquista
Durante
el siglo XVI, no
representó un peligro ni una nación poderosa que pudiera atemorizar a los
españoles.[]
A pesar de
no poseer una fuerte organización política y militar amenazante para los
españoles, es de mencionar su incansable carácter rebelde, es por aquello que no
se dejaban dominar, ni siquiera por las intendencias municipales. Concluye el
líder chalchiteco:
“Posiblemente
por eso lo suprimieron el 27 de febrero de 1891, junto a
otros pueblos, y pasó a convertirse en un barrio de Aguacatán”. - Andrés Puentes.
Independencia
En los
primeros veinte años posteriores a la independencia, Chalchitán y Aguacatán
fueron dos pueblos distintos. A pesar de eso, el 2 de febrero de 1881, bajo el
gobierno de Manuel Lisandro Barillas, Chalchitán
es suprimido y se anexa como barrio de Aguacatán.
Historia
contemporánea
Los
indígenas chalchitecos jamás estuvieron de acuerdo con la decisión de que su localidad
se anexara, aunque no fue sino hasta principios de los años 1990 cuando
empezaron a demandar su reconocimiento.
En esa
forma, le propusieron al gobierno de Ramiro de León Carpio, así como a la entonces
guerrilla, no olvidarse de ellos en los acuerdos que firmasen. Pero después, se
desatendió dicha petición.
En 1998, al
discutirse las reformas a la Constitución, los chalchitecos hicieron un nuevo y
prometedor intento.
Dentro de
las reformas a la Carta Magna, en especial del artículo 143, se logró incluir
al chalchiteco como otro de los idiomas
que se hablan en el país. La ventaja del No en la consulta popular impidió su
reconocimiento.
La tentativa
más reciente fue llevada a cabo en abril de 2002 frente
a los siete diputados huehuetecos. A través de un proyecto de decreto
legislativo del 28 de mayo del
mismo año, los diputados de Huehuetenango consideraron que el chalchiteco debía
ser reconocido constitucionalmente.
En 2003, miembros
pertenecientes a este grupo lingüístico, manifestaron su indignación ante las
medidas tomadas por la Academia de Lenguas Mayas de Guatemala, la cual no
traduciría documentos a ese idioma; lo anterior fue una de varias medidas en favor
de todos los pueblos hablantes de lenguas autóctonas en Guatemala. El dilema se
originó cuando los indígenas a través de Pablo Méndez, presidente
de la comunidad lingüística chalchiteca comentó que no fueron reconocidos en el
decreto 65-90, el cual establece la creación de la Ley de la Academia de
Lenguas Mayas de Guatemala, donde el chalchiteco no es reconocido. Añadían
que Sergio Morales, Procurador
de los Derechos Humanos, mandó una carta a Efraín Ríos Montt, presidente del Congreso para
que interceda por dicha comunidad.
En febrero de 2004, los
líderes chalchitecos señalaron a la Academia de Lenguas Mayas de Guatemala (ALMG)
de intentar relegarlos de la institución y dar lugar a otros representantes,
según ellos, ilegítimos. Ramón Vicente, líder de los indígenas manifestó que
había intento de manipulación política en su contra. En respuesta, Mario Perfecto Tema, director
de la academia, aseguró que no existía tal problema debido que no había tratado
el asunto de quiénes serían los representantes de ese grupo.[5]
En noviembre de 2004, se
presentaron nuevos roces entre ambos grupos: los chalchitecos manifestaron
sentirse discriminados por la Academia de Lenguas Mayas de Guatemala al ser
excluidos en la convocatoria para integrar la Junta Directiva. El artículo 2 de
la convocatoria señala que quedaban fuera por no presentar documentación. Ellos
interpusieron un amparo en la Sala Primera de Apelaciones del ramo civil para
que la elección sea suspendida.
“Esperamos
que la resolución sea favorable, pues tenemos tanto derecho como cualquiera a
ser parte de la Junta”. - Ramón Vicente, representante de los
chalchitecos.
La Academia
señaló que no llenaron los requisitos indispensables para acceder a esos
cargos.
Actividades
productivas
La población
chalchiteca se dedica al cultivo de cebolla y ajo para
exportación a Centro y Suramérica y a la elaboración de
tejidos (morrales, sombreros y trajes de lana).
Organización
social
La tribu y
los nombres
Para muchos
de los chalchitecos, el término tribu es parte de la historia pasada, no
obstante, consideran que aún tiene validez, pues es parte de su organización
social. Debido a ellos se generan los apellidos, que preservan como grupo
étnico, a pesar de que en el Registro Municipal se les asigne un nombre en
español.
Esta última
práctica, se lleva a cabo desde hace 150 años, dirigida por la Iglesia
Católica. Conforme a la tradición indígena ellos ya nombraban a sus hijos, pero
por parte de la iglesia, asignaban otro en castellano. Con base en
estimaciones, se calculan aproximadamente 200 tribus, teniendo las grandes de
unos 170 a 250 miembros, por otro lado, las pequeñas están conformadas por
cerca de 50 a 10 miembros.
Wa’n, Pix',
Kali’n, Mantu’, Kxtin, Xo’k, Wich, Wukyin, son nombres de algunas de las
grandes tribus. Lukx, Kolyo’, Marquin y Xalu’ pertenecen a las pequeñas. Estos
son algunos de los "apellidos" prehispánicos con que los chalchitecos
debían nombrar a sus hijos, y posteriormente agregarle algún nombre.
Por ejemplo,
podían ponerle de nombre Pal, y luego añadir el de la tribu, que podía ser
Wa’n. De esa forma, se llamaría Pal Wan, mas, sin embargo, la Iglesia Católica
le llamaba por decir, Gaspar Velásquez. Otro ejemplo puede ser, si era de la
tribu Pix', se llamaría Pal Pix' y la iglesia le ponía Gaspar Ortiz.
Pese a
compartir el mismo territorio, los Aguacatecos usaban otra forma,
poniendo el apellido según el lugar donde vivían. La característica compartida
por ambas etnias era que la Iglesia también les asignaba un nombre español.
Un ejemplo
de como los Aguacatecos nombraban a sus hijos era de la siguiente forma: si el
niño nacía en un lugar donde había muchos talpetates, lo
nombraban Pal y le agregaban Kxa’y. En español significa Gaspar Sobre
talpetate. Otro ejemplo más es Wa’n Wixq’ol, a quien en la Iglesia le ponían
Juan Sobreciénegas.
Organización
político-religiosa
La llamada
jerarquía chalchiteca con características políticas y religiosas es una de las
tantas manifestaciones prehispánicas que se está perdiendo con el paso de los
años. A continuación, se describen los diversos cargos y rangos dentro de ésta.
Miyor (alguacil
mayor):
Con este rango se alcanza cierto grado de poder sobre los mandos
inferiores. El oficio principal es servir de celador al orden público tanto
como impartir justicia de menor relevancia.
Ajlawe
(cuidadores de las llaves):
Este grado implica mayor
responsabilidad dentro de la sociedad, pues es el que cuida los bienes de la
jerarquía, también los mantiene en orden y en buen estado.
Axtol
(síndicos):
Su mayor deber está vinculado con la administración municipal, al
servicio del Alcal Katanum y del alcalde ladino.
Alcal
Katanum (Alcalde Natural o indígena):
Con este rango se llega
a la mayor responsabilidad de la administración pública y la justicia.
Nak
Alcalango Crinsipal (ex alcaldes o principales):
Lugar
honorífico que se da a quienes han servido en todos los rangos de la jerarquía
política religiosa del pueblo chalchiteco. Se ubica en la Casa de la Virgen,
actual sede del Poder Local. La función vitalicia de estas personas es tomar
decisiones en consejo de ancianos y en consenso.
Relaciones
con otras etnias
Los aguacatecos son quienes se ven más
relacionados política, social, étnica, económica y culturalmente con el pueblo
chalchiteco, pero los vínculos entre ambos grupos se ve cismada ante las
difíciles relaciones entre ellos de tiempo atrás debido a la anexión de
Chalchitán.
Un ejemplo
notable de esas hostilidades se plasma en las elecciones para cargos políticos
del municipio y la rivalidad ante el descontento de los aguacatecos por
"negar" a los chalchitecos.
Fiestas y
ceremonias tradicionales
Panorama
general
Tratar de
mantener las costumbres y tradiciones es un poco dificultoso debido a múltiples
factores, tales como constantes migraciones de los grupos jóvenes de la
población hacia los centros urbanos, las diferentes religiones y la influencia
de la radio y la televisión.
La práctica
de las antiguas tradiciones se lleva a cabo públicamente o en su defecto, a
escondidas. La religión es parte de ese problema, pues la Iglesia Católica, y
posteriormente de la Evangélica vinieron a contrastar los ritos y la religiosidad
mayas.
El
matrimonio ejemplifica dicho sincretismo. Algunas parejas contraen matrimonio
conforme a normas católicas o evangélicas, pero no abandonan sus ritos y hacen
la "pedida" de la novia en las fechas que señala el calendario maya.
Para tal fin preguntan al sacerdote cual día es el indicado.
Parte de esa
lucha de conservación abarca los matrimonios entre los mismos integrantes de la
etnia, lo cual ha sido un poco difícil debido a que, en ocasiones, surgen
parejas con aguacatecos.
La
agricultura ha sido otra actividad donde se manifiestan costumbres y
tradiciones, a pesar de que se han unido a la modernidad con el uso de
productos de origen químico para mejorar sus cosechas. Gran parte de los
chalchitecos aún consultan el calendario maya para
saber que días son aptos para las cosechas y siembras.
Observar los
astros todavía forma parte de su religiosidad. Un ejemplo se manifiesta cuando
para sembrar esperan que la luna sea creciente, y para cosechar, menguante.
Matrimonio
Antes, la
costumbre marcaba que el padre le buscaba esposa al hijo cuando éste cumplía
los 14 años. Hoy día, el hijo comunica al padre que conoció a una mujer que le
gusta y se quiere unir a ella. La mayor parte de las ocasiones se llega a la
unión de hecho, pero se mantiene firme.
Luego de que
el hijo convence al padre, ambos van en búsqueda del sacerdote para que sea
intermediario con la familia de la novia y los acompañe para la pedida. Dicho
día deben ir los padres, el novio y otros familiares.
Después de
la pedida, los novios deben ser sometidos a una prueba por el sacerdote. Por
medio de una pregunta se da cuenta de los "errores" de cada uno. Por
ejemplo, sabe si siempre ha dicho la verdad, si tiene buen o mal carácter. Para
ese fin usa frijoles rojos, que coloca sobre una mesa para que le revelen las
conductas. Al pasar la prueba, la unión o matrimonio se efectúa cuatro o cinco
meses después.
Vestimenta
Los
chalchitecos tratan de conservar la originalidad en el diseño de sus trajes,
pero la tecnología actual es influyente en su indumentaria. Debido a lo
anterior, la vestimenta actual no es la misma de hace siglos, presentándose
múltiples variaciones.
Traje
femenino
El traje de
la mujer chalchiteca se conforma por:
Güipil: Está
hecho de manta color blanca con el cuello bordado en forma redonda con lustrina de colores llamativos,
en especial rojos, anaranjados y amarillos (antiguamente se usaban los colores
verdes y azules) formando figuras geométricas en forma de rombos y flores de
colores variables. En la zona inferior al cuello y rodeando todo el güipil, se
añadían bordados con hilo más fino representando figuras zoomorfas (caballos,
mariposas, pájaros, quetzales, venados),
fitomorfas (flores), elementos geográficos (volcanes), entre otras.
Este modelo
se conserva, y algunos cambios significativos son la incorporación de cintas
con hilos brillantes.
Las
innovaciones más recientes se comenzaron a dar desde hace una década. Con base
en datos de Isabel Alcón,
coordinadora del Programa de la Mujer de la Asociación de Desarrollo Nueva
Vida, hace mucho tiempo, los diseños del cuello de los güipiles tenían forma de
pata de gallo.
Corte: El
corte es la parte que menos cambios ha manifestado debido a que mantiene su
modelo de tela negra. Se adorna con franjas horizontales de colores y
ornamentos laterales también bordados en forma de cruces. El corte sigue
presente en el uso cotidiano y hay telares familiares que hacen este tejido que
es comercializado a precios elevados.
No obstante,
según Alcón, se diversificó el color de las líneas que lo adornan, que son
delgadas. En tiempos antiguos se utilizaban el rojo y el amarillo.
Los hilos
utilizados también han cambiado, pues ahora se usan materiales sintéticos que no
se destiñen.
Cinta: Mide
aproximadamente un metro y medio de largo por 20 centímetros de ancho con fondo
rojo, con precisos y delicados bordados de figuras geométricas y con unas borlas a los
lados que brinda una imagen singular a las que habitan en Aguacatán. Según
algunas personas, las figuras se pueden asociar con la arquitectura maya de Uxmal, el Templo de los Tres Dinteles en Chichén Itzá, entre
otras de importancia en México, pues también de allí se originaban sus
parientes lejanos.
Traje
masculino
Los hombres,
según Roberto Mendoza, si han
perdido su traje original, y es hace como 2 o 3 generaciones que se veía
conformado por traje blanco y camisa a cuadros negros y blancos. A
continuación, se describen los elementos que conforman dicha indumentaria.
Camisa: Se
distinguía por su diseño de cuadros negros y blancos.
Pantalón
blanco: Elaborado con manta.
Faja: De
igual manera, era de uso común a modo de cinturón y confeccionada a mano con
colores llamativos, de fondo rojo.
Sandalias o
Caites: Es un calzado hecho a base de piel de res curtida, sin ningún tipo
de labranza. Las sandalias o "caites" siguen siendo usadas por la
gente local, y de alguna manera denotan un emblema que distingue a los
agricultores.
En torno a
esto, Mendoza comenta:
“Hace rato
que perdimos la costumbre”. - Roberto Mendoza.
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